Como ya pasó en Nueva York con los ex-marines de EEUU (comentado en este post), ex-militares griegos se están uniendo desde hace unos tres días a las protestas en las calles de Grecia. Mentras se rumorea que el primer ministro Georges Papandreou esta considerando renunciar, personal retirado del ejército, cientos de ellos, irrumpieron en el Ministerio de Defensa cantando «abajo con la junta«. Se dice que arrasaron todo el edificio, uno de los pocos del gobierno en Atenas que no había sido ocupado por los manifestantes, arrancando las puertas y derribando los sistemas de seguridad diseñados para detectar armas.
Mientras tanto, el personal militar en activo aún interviene para sofocar los desórdenes violentos. Sí, decimos de manera temporal. Sin embargo, lo que afecta a sus compañeros jubilados ahora, a ellos les afectará más tarde. Esa es una regla que se aplica en todas partes, incluida Grecia. «Los ejecutivos de las Fuerzas Armadas griegas están vigilando con mayor preocupación los últimos acontecimientos con respecto a cuestiones relacionadas con sus necesidades después de la jubilación», dice una carta de la Asociación de apoyo y cooperación de las Fuerzas Armadas del Estado.
Por otro lado, la CIA advirtió en mayo de la posibilidad de un golpe militar en el país si las medidas de austeridad se llevaban a cabo. Grecia ha perdido miles de millones de euros en medidas de austeridad adicionales desde entonces, y aunque ya sabemos lo poco(o nada) que podemos confiar en la CIA, el país está al límite y a punto de explotar. Esperemos que no se convierta en un nuevo caso de «problema-reacción-solución» o de «orden desde el caos» y que los helenos puedan tomar las riendas de sus vidas.
Fuente: European Disunion